miércoles, 1 de agosto de 2007

La definición de “continuidad” se ríe de nosotros.



Lo hace a nuestras espaldas para potenciar su placer. Nos han dicho que nuestros cambios son lentos, extremadamente lentos, tanto que, de un día para el otro, seguimos siendo los mismos ; así, lo hecho ayer puede ser mejorado hoy sin ningún tipo de contemplación por las pasiones dejadas tras la barrera de la noche. Sin embargo, hay aromas de muerte rondando nuestra confianza : nunca volveremos a ser los mismos, nunca escribiremos las mismas cosas, nunca daremos los mismos besos, jamás sabremos si la respuesta de hoy acabará con la pregunta de ayer.



<<<